Apaga el movil; tú no eres el protagonista. (Libre)

Era uno de esos momentos embarazosos. Y ya se me juntaban dos.
Primero había tenido que pedir una entrada solo para uno, pero esque esa película de terror me estaba llamando gritos para que entrara. Y trás aguantar la irada burlona de la cajera entre sin apagar el movil. Asique, como no, mis amigos que me tenían olvidado decidieron llamarme porque sí.
Y claro, un acomodador muy amable me enseñó el camino de la puerta.
- No, estando a 200 km no creo que pueda ir esta noche a ninguna fiesta.- pusé los ojos en blanco y colgué el teléfono apretando con fuerza el botón de C.
Miré a mi alrededor observando las películas en los televisores en blanco y negro de fuera. ¿Y ahora yo que hacía? Volver a entrar no creo que colase.

Mi pelicula, o la que había intentado ver terminó, y no me apetecía quedarme viendo los créditos. Salí afuera del cine subiendome la cremallera del abrigo y mirando la puerta con el cartelito de SALIDA, mientrás la gente comentaba sobre la película. Pusé los ojos en blanco y desvié la vista hacía ua chica rubia que miraba la cartelera. Me acerqué cuando estaba mirando el cartelito de la misma peli que yo acababa de ver y chasqueé la lengua.
- No te recomiendo que la veas en este cine. El acomodador es un estirado.- comenté encogiendome de hombros con las manos en los bolsillos.

La película parecía buena, pero había visto demasiadas como esa como para tragarme otra más. Aunque seguramente decía que no me gustaba y luego me enfadaba conmigo misma por no haberla visto. Me giré al oír una voz cerca, bastante. Sonreí al comprobar que era el mismo chico al que habían echado. Saqué mis manos de los bolsillos de la cazadora y crucé los brazos bajo el pecho.

- Oh, me he dado cuenta. - asentí. - Lo he visto en primera fila... - reí.

-¿Te puedes creer que por que haya sonado Dead un cinco minutos me hayan echado del cine?-sacudí la cabeza impresionado y saludé al acomodador que me miraba con aire superior y enfadado desde dentro del cine.
-¿Crees que me dejara entrar mañana?-pregunté sonriendo de lado murmurando cerca de su oido.

Rodé los ojos mientras el chico saludaba al acomodador. Espera... ¿Dead?

- Esa es la canción que tengo en mi móvil también - abrí mucho los ojos y solté una ligera carcajada. Luego cuando me murmuró al oído me acerqué yo al suyo a susurrar - Puede, pero sólo si llevas acompañante - dije divertida.

La miré de arriba a abajo y sonreí. Vaya, solo por so ya tenía un punto...bueno, mejor dos.
-Entonces, ¿me acompañaría usted y me defendería del acomodador malvad?- la pregunté con un sonrisa de medio lado y burlona.-Por cierto, me llamo Elliot.- me presenté estendiendo la mano que llevaba dentro del abrigo.

Fdr: Me voy a cenar -.-

Me mordí el labio inferior, manía estúpida desde siempre, mientras sonreía divertida aún. Asentí una vez y le estreché la mano que me tendió.

- Claro, sacaré mi lado salvaje - reí - Soy Cinthya - me presenté, simple como la vida misma, como siempre - Encantada, Elliot, el que no puede estar en el cine con el movil apagado - reí. Solté su mano y sonreí - ¿Y qué ibas a hacer ahora? - pregunté más animada.


Fdr: Ok, hasta luegoo :3

-Hey, suelo estar marginado telefónicamente. Ycreía que hoy iba a ser igual.[color]- me quejé, y aunque debería haber apagado el movil, esa parte, era cierta.
Me había quedado empanado mirando una piedra del suelo y cuando sacudí la cabeza volviendo al mundo real, sonreí a...Cinthya.-[color=white]Pués iba a rayar el coche del dueño del cine. Pero bien mirado es demasiado aburrido. ¿Te apetece tomar algo? Así podemos comentar las magnifiscas peliculas que hemos visto.-comenté con un sarcasmo muy poco marcado y por enesima vez encogiendome de hombros.

Asentí como si fuese algo sumamente interesante, bromeando.

- Me parece una idea genial, sobretodo lo de las películas - sonreí amplio - Aunque sé que estás pensando lo del coche - Me encogí de hombros - No sé por qué, pero lo sé - reí - ¿Vamos? - pregunté, mirando calle abajo.

Enarqué una ceja mirandola sonriente y le tendí el brazo como un caballero, que yo también podía tener mis momentos amables.
-Podemos ir caminando al bar, pero si veo el coche, hacemos una parada.- bromeé empezando a caminar.

Me cogí del brazo que me ofreció, aguantando la risa. Comenzamos a caminar y asentí al oírle.

- Me parece bien - sonreí, rodando los ojos.